NANTES.- Por segunda noche consecutiva la violencia y el vandalismo se instalaron en las calles de los barrios de la cuidad de Nantes, en Francia, a modo de protesta por la muerte de un joven durante un conflicto policial.
Varios autos fueron incendiados, así como también comercios. Incluso, edificios públicos fueron atacados. La policía intervino y lanzó gases lagrimogenos para frenar a los manifestantes y detuvo, en total, a once personas.
«Nadie puede comprender esos actos y todo el mundo debe condenarlos», dijo Edouard Philippe, primer ministro francés. Y continuó «los ciudadanos deben saber, con la mayor transparencia, lo que pasó», en referencia al caso que desató la violencia.
El día martes un joven buscado por la justicia trató de huir de la policía y uno de los agentes le disparó por la espalda. El sujeto en cuestión murió en el hospital al poco tiempo.
Hasta el momento se conoce que la policía seguía de cerca el vehículo del muchacho por sospechas de tráfico de estupefacientes. Al interceptarlo, el joven les dio una identificación falsa, la policía intentó llevarlo a la comisaria para chequear su identidad y el presunto delincuente huyó.