SOCHI.- Rusia, Turquía e Irán consideran que la retirada prevista de Estados Unidos de Siria es un paso positivo, dijeron los líderes de los tres países después de una cumbre en Rusia sobre la crisis siria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, uno de los aliados más cercanos del gobierno sirio, organizó la cumbre en el centro turístico de Sochi, sobre el Mar Negro, el jueves para discutir el futuro de Siria con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su homólogo iraní, Hassan Rouhani.
En una conferencia de prensa posterior a la reunión, Putin dijo que los tres líderes coincidieron en que la retirada de Washington del noreste de Siria «sería un paso positivo que ayudaría a estabilizar la situación en esta región, donde en última instancia el gobierno legítimo debería restablecer el control».
Sin embargo, Putin también dijo que Rusia no había visto grandes cambios que sugirieran que Estados Unidos se estaba moviendo para retirar sus tropas de Siria. Putin aseguró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaba tratando de cumplir las promesas de la campaña electoral al ordenar el retiro de las tropas, pero que no pudo hacerlo debido a lo que Putin describió como problemas políticos internos.
Erdogan hizo énfasis en que no hay una línea de tiempo clara para el retiro de tropas estadounidenses, y agregó que el propio equipo de Trump no está de acuerdo con la cabeza de la Casa Blanca sobre la retirada planificada.
El líder turco también dijo que la coordinación entre Rusia, Irán y Turquía durante la retirada de Estados Unidos es importante para su gobierno. Agregó que las esperanzas de una solución política al conflicto en Siria nunca han sido tan fuertes.
Rouhani comunicó que la presencia de Washington en Oriente Medio perjudicó a los países de la región y pidió al país norteamericano que retire totalmente a sus tropas de la región.
Trump dijo en diciembre que Estado Islámico había sido completamente derrotado y que, por lo tanto, las tropas estadounidenses podrían regresar a casa. En enero, Estados Unidos anunció que el retiro había comenzado, pero hasta el momento se verificó que solo se trataba de vehículos estadounidenses saliendo de Siria.
Después de la cumbre del jueves, Putin dijo a Turquía e Irán que quería diseñar un plan conjunto para eliminar lo que llamó «un hervidero de terroristas» en la región de Idlib en Siria, una idea que Moscú ha intentado hasta ahora y no ha podido vender a Ankara. «No debemos soportar la presencia de grupos terroristas en Idlib», comunicó Putin a Erdogan y Rouhani. «Es por eso que propongo que consideremos pasos prácticos y concretos que Rusia, Turquía e Irán pueden tomar para destruir completamente este semillero de terroristas», agregó.
El portavoz de Putin dijo a las agencias de noticias rusas que no se había acordado una nueva operación militar contra Idlib.
Turquía, que respalda a algunos grupos rebeldes sirios, y Rusia, el principal aliado extranjero de Damasco, acordaron en septiembre crear una zona desmilitarizada en Idlib, el último bastión de los opositores sirios, que serían evacuados de todas las armas pesadas y combatientes de línea dura. Ankara se comprometió a desarmar y eliminar de la región al grupo armado Hay’et Tahrir al-Sham (HTS) que domina y continúa expandiendo su alcance en la zona.
A cambio el gobierno sirio, respaldado por Rusia, dijo que retrasaría el lanzamiento de una importante operación militar para acabar con el HTS, una vez afiliado a al-Qaeda. Ankara está preocupada por los posibles flujos de refugiados de Idlib en el caso de una operación militar, y quiere conservar su influencia en la región en su frontera.
En la cumbre, los tres líderes también ratificaron su apoyo a la integridad territorial de Siria. «Los presidentes expresaron su determinación de oponerse a las agendas separatistas destinadas a socavar la soberanía y la integridad territorial de Siria, así como la seguridad nacional de los países vecinos», se lee en una declaración conjunta publicada después de la cumbre trilateral.