RÍO DE JANEIRO.- En el operativo dispuesto por el gobierno participaron 900 uniformados apoyados por vehículos blindados, helicópteros, y armamento pesado, según sostuvo un comunicado de las Fuerzas Militares a cargo de la redada.
El objetivo principal del dispositivo era la “estabilización” y la “desobstruccion de las calles” en Vila Kennedy. Consiste en eliminar obstáculos pesados construidos por narcotraficantes, en algunos casos de concreto, con el objetivo de impedir la circulación de las autoridades en el interior de la favela.
Este es el tercer operativo militar desde la firma del decreto presidencial, a mediados de febrero último, que dejó a cargo de la seguridad pública a los militares para combatir lo que Temer calificó como una “metástasis” de la violencia de bandas criminales.
Zeid Ra´ad Hussein, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, manifestó su preocupación por la intervención militar en Río de Janeiro, ya que las Fuerzas Armadas no están especializadas en seguridad pública o investigación y señaló que puede ser una incubadora de abusos la medida que tomo el Gobierno.