TRÍPOLI.- Las tropas leales al gobierno internacionalmente reconocido de Libia han retomado el control del territorio a lo largo de los distritos del sur de la capital de manos de las fuerzas orientales del comandante militar renegado Khalifa Haftar.
Las fuerzas alineadas con el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA), reconocido por la ONU, expulsaron al autoproclamado Ejército de Liberación Nacional (LNA) de Haftar de la ciudad de Aziziya, empujando a las tropas de este último a más de 60 kilómetros del centro de Trípoli.
El portavoz de GNA, Mohammed Qanounou, afirmó que las fuerzas gubernamentales destruyeron ocho vehículos blindados pertenecientes a las tropas de Haftar. Añadió que la fuerza aérea de GNA había realizado siete incursiones dirigidas a la base aérea de al-Watiyah, de Haftar, y al campamento de al-Thamenah en Gharyan, ubicado a unos 100 kilómetros al suroeste de Trípoli.
Un equipo de la agencia de noticias Reuters que conducía al sur de Aziziya informó haber visto varios autos incendiados pertenecientes a las fuerzas de Haftar, además de cinco combatientes muertos. El equipo llegó a unos 25 km de Gharyan, la base avanzada de la ofensiva de Haftar, que representa el mayor desafío para las fuerzas gubernamentales, ya que se encuentra en las montañas.
Aunque Haftar no ha logrado arrebatar el control de la capital a la GNA, los combates esporádicos en las afueras han dejado víctimas en ambos bandos. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 272 personas, incluidos 21 civiles, han muerto desde que Haftar lanzó su ofensiva hace casi tres semanas, mientras que más de 1.300 han resultado heridas. La lucha también ha desplazado a más de 32.000.
La agencia de las Naciones Unidas hizo un llamado a las partes en conflicto para proteger a los civiles y desistir de atacar al personal médico luego de que se destruyeran dos ambulancias, y agregó que había enviado especialistas médicos para apoyar a los hospitales ubicados en las líneas del frente.
La última acción militar es un revés para los planes de Haftar de instalarse como el gobernante del país y podría aliviar una situación peligrosa que ha dividido y confundido a los gobiernos extranjeros con un interés en Libia.
Sin embargo, ambos bandos avanzan y retroceden en materia de territorio en cuestión de días o incluso horas. De hecho, si se llama a un alto el fuego como lo exige la ONU, el LNA habría ganado una parte considerable de territorio nacional.