BEIRUT.- El primer ministro libanés, Hasan Diab, respaldó la decisión de los manifestantes de volver a las calles, pero advirtió que no sigan “jugando con fuego” después de más de dos días de violentos choques con el Ejército que se saldaron con la muerte de un joven en la ciudad de Trípoli, al norte del país árabe.
“Es normal que las personas vuelvan a las calles y vuelvan a enfurecerse, como lo hicieron en el levantamiento del 17 de octubre, especialmente después de que les quedara claro que ha habido intentos políticos para evitar que el Gobierno abra los casos de corrupción”, indicó el jefe del Ejecutivo.
En ese sentido, la ciudad clave de Sidón, 80 kilómetros al sur de la capital, amaneció repleta de efectivos del Ejército y de las fuerzas de seguridad en previsión de acciones vandálicas contra sucursales bancarias.
En la víspera, participantes de las protestas destrozaron instalaciones y obstaculizaron las carreteras principales en todo el país, como informó Último Cable.
Los manifestantes desahogan así su ira por el colapso económico al que se ven sometidos ante una drástica depreciación de la moneda nacional que disminuye hasta casi nada su poder adquisitivo.
Overnight clashes erupted between protesters and soldiers over Lebanon’s economic crisis and #coronavirus lockdown.
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— Al Jazeera English (@AJEnglish) April 29, 2020
Trípoli, la segunda ciudad más importante del país, ya fue escenario de violencia durante la jornada. Cientos de jóvenes provocaron destrozos e incendios a bancos.
La crisis se agudizó con las medidas adoptadas contra la propagación del nuevo coronavirus, que paralizó Líbano, donde se registraron oficialmente 717 casos y 24 muertos.
Las tensiones subieron de tono por la muerte del joven de 26 años de edad, que falleció este martes tras sufrir heridas de bala disparadas por el Ejército.