BEIRUT.- Los líderes árabes acordaron una agenda económica de 29 puntos, además de alentar el regreso seguro de los refugiados sirios a su tierra natal al concluir la Cumbre Árabe de Desarrollo Económico y Social.
Los 20 países que participaron en la cumbre emitieron una declaración conjunta llamada la Declaración de Beirut el domingo, en la que pidieron el establecimiento de una zona de libre comercio árabe y la comunidad internacional para apoyar a los países que acogen a refugiados y personas desplazadas.
Al leer la declaración, Hossam Zaki, secretario general adjunto de la Liga Árabe, recordó a las comunidades de donantes internacionales y árabes que «ayuden a aliviar el sufrimiento de los refugiados y desplazados y que aseguren fondos para proyectos de desarrollo en los países anfitriones».
En su discurso de apertura, el presidente del Líbano, Michel Aoun, había pedido que se alentara el «retorno seguro de los sirios desplazados» y dijo que el proceso no debería estar vinculado a una solución política en el país devastado por la guerra. El Líbano, que alberga a cientos de miles de refugiados sirios, pidió su regreso a Siria después de que el presidente Bashar al-Assad recuperara el control de la mayor parte del país. Otros países habían insistido en que esta discusión estuviera vinculada a una solución política.
La cumbre se vio empañada por las divisiones entre los políticos libaneses y los líderes regionales sobre la reincorporación de Siria a la Liga Árabe de 22 países. Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores del Líbano, Gebran Bassil, pidió el regreso de Siria al bloque, su secretario general, Ahmed Aboul Gheit, dijo que aún no había acuerdo sobre la propuesta, y agregó que podría discutirse durante la cumbre de la Liga Árabe que tendrá lugar en Túnez en marzo.
Sin embargo Paul Salem, presidente del Instituto de Medio Oriente, sostuvo que la normalización llevará tiempo. «La tendencia es hacia la normalización, pero algunos países árabes clave, al igual que otros en Occidente, querrán usar la ‘zanahoria’ de la normalización para obtener algunas concesiones del régimen de al-Assad», explicó.
La cumbre se vio ensombrecida por grietas políticas. Los medios y analistas libaneses calificaron la reunión de «fracaso» debido a la poca asistencia de los jefes de estado árabes, muchos de los cuales se retiraron en el último momento.
Una contribución clave durante la reunión del domingo fue el lanzamiento de un fondo de inversión en tecnología de 200 millones de dólares en toda la región por parte del ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait. Jeque Sabah al Khalid al Sabah dijo que Kuwait contribuiría con 50 millones al fondo para permitir «inversiones en los campos de la tecnología y la economía digital» en las que participaría el sector privado. Tras el anuncio, el ministro de finanzas de Catar, Ali Sharif al-Emadi, prometió la misma cantidad en apoyo de la iniciativa de Kuwait.
El secretario general de la Liga, Abul Gheit, anunció que la próxima cumbre económica árabe se celebrará en la capital de Mauritania, Nouakchott, en 2023, y agregó que la pausa de cuatro años daría tiempo para que se logren los objetivos.