PANMUNJOM.- Los mandatarios del norte y el sur de la península asiática mantuvieron una charla sorpresa en medio de la esperanza de que las conversaciones entre Pyongyang y Washington se lleven a cabo.
«No hay ninguna razón para que peleemos entre nosotros, somos una nación», dijo Kim Jong-un, el líder de Pyongyang, en una declaración conjunta con su par de Seúl, Moon Jae-in, después de la reunión de dos horas que tuvieron en el lado norcoreano de Panmunjom, en la zona desmilitarizada de la frontera.
Corea del Norte y Corea del Sur también se comprometieron a poner fin formalmente al estado de guerra entre los dos, que ha estado en curso desde un acuerdo de alto el fuego de 1953 que detuvo las hostilidades a gran escala. Sin embargo, los resultados oficiales de la reunión se conocerán el domingo, dijo la oficina presidencial en Seúl.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el jueves la cancelación de su reunión prevista con Kim para el 12 de junio en Singapur, citando «tremenda ira y abierta hostilidad» de parte de Corea del Norte. Más recientemente dijo que tal vez esté dispuesto a restablecer las conversaciones.
