TRÍPOLI.- El gobierno de Libia pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que impida cualquier exportación ilícita de crudo del país afectado por la guerra después de que una facción rival se hiciera con el control de las principales instalaciones petroleras.
La medida del gobierno respaldado por la ONU e internacionalmente reconocido se produjo después de que el general renegado Khalifa Haftar capturara las terminales petroleras de Ras Lanuf y Sidra la semana pasada. Haftar dijo el lunes que todos los ingresos futuros de las terminales bajo su control serían entregados a su administración no reconocida en el este.
«Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU son muy claras: las instalaciones de petróleo, la producción y las exportaciones deben permanecer bajo el control exclusivo del Nacional Oil Corporation (NOC), bajo la supervisión del Gobierno de Acuerdo Nacional,» sostuvo el presidente del NOC, Mustafa Sanalla, en un comunicado. «Confiamos en que el gobierno y nuestros socios internacionales tomarán las medidas necesarias para detener todas las exportaciones en violación del derecho internacional», agregó.
Las autoridades de Trípoli deploraron la medida adoptada por el líder del autodenominado Ejército Nacional Libio, a la vez que la describieron como «una amenaza irresponsable, directa y peligrosa a los intereses del pueblo libio». En una declaración, el Consejo Presidencial del Gobierno de Acuerdo Nacional dijo que «la NOC afiliada en Trípoli es la única entidad legítima responsable de administrar el petróleo libio, de acuerdo con los mecanismos y las leyes en vigor».
Las autoridades no reconocidas con base en el este hicieron un intento similar de eludir al gobierno de Trípoli en abril de 2016, pero la venta planificada de 300.000 barriles de petróleo por día fue detenida por el Consejo de Seguridad de la ONU.