LONDRES.- El gobierno del Reino Unido rechazó las acusaciones de la Unión Europea y aseguró que no infringió su acuerdo con el Bloque europeo al prorrogar unilateralmente una medida para Irlanda del Norte, donde crece la tensión por el nuevo estatuto impuesto tras el Brexit.
El conocido como “protocolo norirlandés” establece un estatuto especial, negociado entre Londres y Bruselas para Irlanda del Norte en el marco del acuerdo de Brexit, que buscaba evitar el regreso de una frontera física entre esa provincia británica y la República de Irlanda, país que miembro de la UE.
No obstante, para ello introduce controles aduaneros a los productos del agro que llegan a Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña, en aplicación desde el 1 de enero cuando el Reino Unido abandonó definitivamente el mercado único y la unión aduanera europea.
La tensión se disparó entre el Bloque Europeo y Londres cuando este último decidió unilateralmente el miércoles prorrogar por sus meses, hasta el 1 de octubre, la suspensión de los controles aduaneros entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Bruselas denunció “una violación” del acuerdo del Brexit y advirtió que responderá “con los medios legales previstos”.
Un portavoz de Downing Street aseguró que “este tipo de medidas operativas tienen muchos precedentes y son comunes en otros acuerdos comerciales internacionales”. “Son totalmente coherentes con nuestra intención de cumplir de buena fe nuestras obligaciones en virtud del protocolo de Irlanda del Norte”.