CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador ha sido el presidente de México más accesible a la prensa en la historia reciente, pero utiliza con regularidad su plataforma para desacreditar a periodistas como agentes de la élite de ese país.
Esta semana, López Obrador se refirió a un sector de la prensa como “el hampa del periodismo” debido a los frecuentes cuestionamientos que le hacen acerca de las políticas de su gobierno.
Asimismo, durante la semana el diario Reforma reveló una lista de 36 periodistas con contratos con el gobierno del Expresidente Enrique Peña Nieto. Una suma que rebasa los mil millones de pesos mexicanos que presuntamente recibieron los trabajadores de prensa por publicidad y comunicación.
El presidente ha utilizado recurrentemente una palabra para señalar a la prensa: “fifi”, en asunción a la frivolidad del elitismo. Cuando un reportero veterano que dijo conocer a López Obrador desde hace más de 30 años discrepó con ese término en una conferencia de prensa el viernes, el mandatario intentó situarla en un contexto histórico.
López Obrador aseguró que la palabra “fifi” aludió en sus inicios a la prensa privilegiada y elitista que celebró la tortura y asesinato de Gustavo Madero, hermano del presidente Francisco Madero, en 1913.
Las críticas a la prensa del presidente no son muy bien aceptadas en un país que ha sido duramente golpeado y censurado por años. México es uno de los países más peligros del mundo para el ejercicio del periodismo, y seísmos comunicadores han sido asesinados desde la llegada de López Obrador al poder el 1 de diciembre, según el Comité para la protección de Periodistas con sede en Nueva York.
El jefe de Estado aseguró que su gobierno ha reducido la adquisición de espacios en medios de comunicación en lo equivalente a 525 millones de dólares durante el último año de gobierno Peña Nieto, a un equivalente a 210 millones en 2019.