Los glaciares desaparecen en una Asia Central

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BISKEK.— Cerca de una cabaña de madera en las montañas de Kirguistán, Gulbara Omorova camina por un terreno lleno de piedras grises. «Aquí había un glaciar, pero se ha derretido por completo», comenta la científica. A unos 4.000 metros de altitud, Omorova está rodeada por las altas cumbres de la cordillera del Tian Shan, que también se extiende por China, Kazajistán y Uzbekistán.

La región alberga miles de glaciares que se están derritiendo a una velocidad preocupante en Asia Central, una zona afectada por fenómenos meteorológicos extremos. En este territorio árido y lejano del mar, los glaciares son vitales, ya que suministran agua durante los meses secos, crucial para la seguridad alimentaria de la población.

Omorova, experta en glaciología, sigue este proceso con inquietud. Caminó seis horas para llegar a una modesta cabaña triangular que sirve como estación científica. «Hace ocho o diez años aún podíamos ver el glaciar cubierto de nieve», señala, «pero en los últimos tres o cuatro años ha desaparecido por completo».

Con sus instrumentos de medición, Omorova toma datos junto a un torrente de agua de deshielo. «Medimos todo», explica, advirtiendo que los glaciares no pueden recuperarse debido al calentamiento global. Se refiere al glaciar Adygene, que se reduce unos 16 centímetros cada año, lo que representa una pérdida de 900 metros desde 1960.

Este glaciar, al igual que otros en la zona, está desapareciendo lentamente. Según el Banco Euroasiático de Desarrollo, entre el 14% y el 30% de los glaciares del Tian Shan y Pamir se han derretido en los últimos 60 años, y la situación está empeorando, según Omorova.

En Kirguistán, donde los recursos son limitados, el trabajo de Omorova es más relevante que nunca. Sin embargo, la falta de equipos y fondos dificulta su labor. «Nos faltan instrumentos y no hay suficiente dinero para transportarlos a nuestra estación, que ni siquiera tiene electricidad», lamenta, esperando que el gobierno adopte leyes para proteger los glaciares.

El deshielo de los glaciares representa una nueva amenaza para Kirguistán, ya que el agua derretida forma lagos que pueden provocar peligrosas inundaciones. En el valle, los hermanos Serguéi y Pavel Yerojin monitorean el flujo de agua y elaboran mapas para evitar que se construyan asentamientos en áreas de riesgo.

A nivel regional, el deshielo de los glaciares tiene implicaciones geopolíticas. El sistema de distribución de agua en Asia Central, establecido en la era soviética, es un tema de conflicto entre los países. Kirguistán y Tayikistán, con miles de glaciares, comparten el agua con sus vecinos río abajo, como Kazajistán y Uzbekistán, donde la escasez de agua es crítica.

Además del cambio climático, la extracción de recursos naturales como el oro agrava el problema, ya que acelera el derretimiento. Kirguistán y Tayikistán han aumentado sus esfuerzos para advertir sobre la situación, logrando que la ONU declare 2025 como «el año de la preservación de los glaciares». Sin embargo, según el presidente kirguís, Sadir Japarov, los glaciares de Asia Central podrían desaparecer más rápido de lo previsto, reduciéndose a la mitad para 2050 y extinguiéndose antes de 2100.