SANÁ.- Los rebeldes hutíes negaron las acusaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA), dependiente de la ONU, de robo de ayuda humanitaria en un Yemen devastado por la guerra.
La agencia de noticias Associated Press informó el lunes que las facciones armadas de ambos lados del conflicto están robando la muy necesaria ayuda alimentaria, desviándola hacia sus combatientes o revendiéndola con fines de lucro.
En una declaración publicada el martes, Mohamed Ali al-Houthi, jefe del llamado «Comité Revolucionario Supremo», dijo que su grupo estaba «sorprendido» por las acusaciones del PMA. «Nos sorprendió la declaración del Director Ejecutivo del PMA, que incluía amenazas de dejar de suministrar alimentos a un gran número de personas necesitadas en Yemen», se lee en la declaración citada en el sitio web al-Masirah, con vínculos con los hutíes.
Agregó que el PMA «no se comunicó» con el grupo con respecto al presunto robo de ayuda, y que «exportar esto a los medios se considera una desviación importante en el trabajo del programa».
El lunes, el PMA dijo que había reunido pruebas de que los combatientes hutíes desviaban los envíos de alimentos, mandados para aliviar la crisis humanitaria en Yemen a las zonas bajo su control. «Esta conducta equivale al robo de alimentos de la boca de personas hambrientas», había dicho el director ejecutivo del PMA, David Beasley, en un comunicado. «En un momento en que los niños se están muriendo en Yemen porque no tienen suficiente comida para comer, eso es una indignación. Este comportamiento criminal debe detenerse de inmediato».
Beasley también dijo que una encuesta realizada por la agencia mostró que la ayuda solo llega al 40 por ciento de los beneficiarios elegibles en la capital controlada por los rebeldes, Saná, y solo un tercio recibe ayuda en el bastión norteño de los rebeldes, Saada. «Si no se actúa en un plazo de 10 días, el PMA no tendrá más remedio que suspender la asistencia que llega a casi tres millones de personas», profundiza la carta.