Macron ataca a Marine Le Pen, su principal rival

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Francia

PARÍS.— Emmanuel Macron quiere hacer lo que ningún presidente ha conseguido desde Jaques Chirac hace unos 20 años: ser reelegido para un segundo mandato.

Tras el inicio de la guerra en Ucrania, el objetivo parecía estar muy cerca: los franceses preocupados se unieron en torno a su presidente y sus índices popularidad subieron al 33% dejando aparentemente muy atrás a sus detractores.

En los últimos días, sin embargo, el panorama se invirtió: los índices de Macron se han reducido a cerca del 28% y su rival, la conservadora Marine Le Pen le pisa los talones con cerca del 23%.

¿A qué se debe el crecimiento de la populista?

El aumento de los precios en Francia, donde la inflación se sitúa actualmente por debajo de la media europea (4,5%), pero el costo de la energía se dispara, inquieta a los franceses, quienes están dirigiendo su atención a sus principales problemas sociales: temen por su nivel de vida, sus tradiciones, sus prestaciones sociales y temen las consecuencias de la modernización del país. Como en toda Europa, son las preocupaciones cotidianas las que acaban diciendo las elecciones.

 Sin embargo, Macron no ha logrado desprenderse de la etiqueta de que es un presidente de los ricos, porque al principio de su mandato lo primero que hizo fe bajar el impuesto a las grandes empresas.

Entre otras cosas, esto alentó las manifestaciones de los “chalecos amarillos”, que se encendieron en el invierno de 2018, por una soda del precio del gasoil. El presidente archivó entonces uno de sus principales proyectos: la reforma al sistema pensionar.

Marine Le Pen

La sucesora de Jean-Marie Le Pen, su padre, ha trabajado constantemente para suavizar su imagen en los medios de comunicación, para olvidar el pasado de la derecha radical de su partido y desintoxicar el lego de su papá.

Ahora dice que no quiere abandonar el euro ni salirse de la Unión Europea, y su antigua cercanía con Putin, que incluso le prestó dinero para su campaña electoral de 2017, parece no afectarla.

Aparte de eso, Le Pen hizo lo que su oponente no hizo. Campaña electoral. Mientras Macron hablaba por teléfono con Putin, ella recorría las provincias francesas. Solo el 51% de los franceses la consideran una amenaza, lo que demuestra el éxito de su estrategia de desintoxicación.

El diario Le Monde recordó a sus lectores la semana pasada que, tras la fachada moderada de Le Pen, sigue haciendo un partido populista de derechas que planea “reestructurar” el Estado francés y sus instituciones democráticas.