PARÍS.— Emmanuel Macron, presidente de Francia, expresó este martes, sin ambigüedades, su deseo de “fastidiar hasta el final” a las personas no vacunadas, mientras los diputados debaten una ley de pasaporte sanitario que se restringirá muy significativamente sus libertades.
“A los no vacunados, tengo muchas ganas de fastidiarles. Y eso continuaremos haciendo, hasta el final. Esta es la estrategia”, declaró el mandatario galo en una entrevista con la prensa local.
Estas declaraciones encendieron nuevamente los debates en la Asamblea Nacional, que discute desde el lunes la creación de un pasaporte de vacunación en medio de un pico inaudito de contagios, con más de 270.000 casos en 24 horas.
La controversia que generaron las palabras de Macron fue tal, que la sesión terminó suspendiéndose poco después de la medianoche del martes, lo mismo que había ocurrido el lunes, retrasos que ponen en riesgo el calendario del gobierno.
“Un presidente no puede realizar este tipo de declaraciones”, dijo Christian Jaboc, presidente del grupo parlamentario conservador de Los Republicanos. “No puedo respaldar un texto que busca fastidiar a los franceses”, agregó.
Si este pasaporte se transforma en ley, los franceses mayores de 12 años sin vacunar no podrán ir a restaurantes, museos, gimnasios, cines, ni usar ciertos transportes aunque presten un test de diagnóstico negativo.
Hasta ahora bastaba con presentar un PCR negativo reciente, que sí seguirán siendo válidos a la hora de acceder a los servicios de salud.