BRUSELAS.— En las elecciones de la Unión Europea, los partidos de extrema derecha lograron avances significativos, lo que resultó en un duro golpe para el presidente francés Emmanuel Macron y los Verdes. Aquí se destacan cinco puntos clave de la votación, donde los grupos centristas europeos mantuvieron su posición y se observó una participación más alta en comparación con los comicios de 2019 en los 27 países del bloque.
Los partidos de extrema derecha se destacaron en varios lugares, liderando en Francia, Italia y Austria, mientras que el AfD alemán quedó en segundo lugar, superando al SPD del canciller Olaf Scholz. En los Países Bajos, la derecha dura también tuvo buenos resultados.
Sin embargo, los expertos advierten cautela respecto a estos resultados. Francesco Nicoli, investigador del centro de estudios Bruegel, señaló que aunque la extrema derecha tuvo un buen desempeño, no fue excepcional y recordó que estas son elecciones de segundo orden.
Christine Verger, del centro de estudios Jacques Delors, mencionó que no se puede considerar un impulso muy significativo y que podría haber cambios en los grupos políticos, sin certeza sobre dónde acabarán algunos legisladores europeos.
Una incógnita es si los dos principales grupos de extrema derecha en el Parlamento, Identidad y Democracia y el bloque Conservadores y Reformistas (ECR), podrían unirse para formar un superbloque, aunque Verger lo ve poco probable. Marta Lorimer, otra experta, vaticinó que la mayor presencia de la extrema derecha en el Parlamento Europeo tendrá un impacto limitado, ya que no conforman una minoría de peso suficiente.
El mayor perdedor de estas elecciones fue Macron, cuyo partido liberal fue superado por la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, lo que llevó al presidente francés a disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas. Pese a esto, Verger destacó que Francia sigue siendo un país influyente con un presidente con mucho poder, aunque la mala actuación electoral podría reducir la influencia de Macron en el grupo Renovación del Parlamento Europeo.
Para Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, la noche electoral fue positiva, ya que busca un segundo mandato. Los resultados sugieren que podrá lograrlo con el apoyo de los gobernantes de los 27 países de la UE y del nuevo Parlamento. La coalición de socialdemócratas, liberales y conservadores que la apoyó en 2019 vuelve a tener mayoría con más de 400 escaños entre los 720 del Parlamento Europeo.
Nicoli indicó que von der Leyen podría asegurar su elección con el apoyo de los grupos que la respaldaron anteriormente y elegir entre los liberales, el ECR y los Verdes como socio menor.
El bloque de los Verdes, por otro lado, enfrentó una votación decepcionante, perdiendo unos 20 legisladores europeos. Nicoli señaló que las preocupaciones sobre seguridad y costo de vida tras la guerra en Ucrania, así como la migración, superaron al medio ambiente en la prioridad de los votantes.
Según Nicoli, los Verdes no estuvieron bien posicionados para abordar estas demandas. A pesar de esto, el eurodiputado verde Bas Eickhout mencionó resultados mixtos, citando éxitos en Países Bajos, España y en países del norte y los Bálticos, como Dinamarca y Lituania.
Unos 360 millones de personas estaban habilitadas para votar y la participación fue la más alta en 20 años, alcanzando casi el 51%, según cifras preliminares. Heather Grabbe, investigadora de Bruegel, destacó que la participación por encima de la mitad del electorado es una buena noticia para la democracia, aunque sigue siendo menor que en las elecciones nacionales.
