MANAGUA.- Daniel Ortega no asistió a la ONU, sin embargo su ministro de Relaciones Exteriores si, y denunció ante las Naciones Unidas “un terrorismo disfrazado de protesta pacífica” que se ha cobrado la vida de ciudadanos y policías en ese país centroamericano.
Nicaragua describió así la convulsión de los últimos meses ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, un organismo que ha denunciado violaciones a los derechos humanos cometidas en la nación centroamericana durante más de siete meses de protestas antigubernamentales.
La oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU no respondió al discurso del canciller Denis Moncada, pero sus portavoces refirieron a la agencia de noticias The Associated Press a un informe de agosto en el que se denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, asesinatos extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias, entre otros delitos.
Moncada aseguró que su país, donde han muerto más de 320 personas según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, venció un “intento de golpe de Estado” y que éste ha sido fruto del intervencionismo. También señaló que Nicaragua ha ganado nuevamente la paz y “el retorno progresivo de la normalidad cotidiana”.
Ortega no se hizo presente este año en la Asamblea General, a pesar de haber dicho que quizás acudiría.
Desde Managua, la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, afirmó que el Gobierno está trabajando por alcanzar “un gran acuerdo nacional de paz y reconciliación “ ante la crisis sociopolítica en el país y destacó que los nicaragüenses tienen gran experiencia en materia de paz y reconciliación porque “es un pueblo de corazón generoso, sensible, de familia, de valores familiares”.