DAMASCO.- En la región asediada de Guta Oriental, desde el domingo al martes se vivieron constantes ataques con artillería y bombas disparadas por las fuerzas del régimen. En total, más de 250 civiles perdieron la vida, lo cual significa la mayor matanza en la región de dominio opositor desde los ataques con armas químicas que tuvieron lugar en 2013, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
En este período sufrieron bombardeos seis hospitales, de los cuales tres quedaron fuera de servicio, dio a conocer Naciones Unidas. «Estoy consternado y angustiado por los informes de los horribles ataques contra seis hospitales en Guta Oriental en las últimas 48 horas», lamentó Panos Moumtzis, coordinador humanitario regional de la ONU para la crisis de Siria.
Khalid Abulabed, un médico de la zona, en estado de sitio desde 2013, describió la situación actual como «catastrófica». Y agregó: «No se excluye nada de los bombardeos: ni las escuelas, ni las áreas residenciales, ni siquiera los mercados, lo que ha provocado un aumento significativo en el número de personas asesinadas y heridas».