LONDRES.- Julian Assange recibió el apoyo de un grupo de 117 médicos que denunciaron la “tortura psicológica” infligida al fundador de WikiLeaks, amenazado de extradición a Estados Unidos, que lo acusa de espionaje. Asimismo, de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Encabezados por Stephen Frost y Lissa Johnson, 117 galenos procedentes de 18 países urgen a los gobiernos de Reino Unido y Australia “acabar con la tortura” que supone no atender médicamente al informático, cuya salud se está deteriorando.
El periodista de 48 años está detenido en una cárcel de alta seguridad en Belmarsh, al este Londres.
“Si Assange acabara muriendo en una cárcel británica”, como lo advirtió el relator especial de la ONU sobre tortura Nils Melzner en noviembre, habrá sido, efectivamente, torturado hasta la muerte”, consideran los denunciantes.
Desde que Julian Assange fue examinado por un médico en 2015 en la embajada de Ecuador en Londres, las recomendaciones de los médicos fueron “constantemente ignoradas”, añaden.
Assange ha estado confinado desde su primera detención en Suecia en 2010, primero bajo arresto domiciliario en un pueblo inglés y entre 2012 y 2019 refugiado en la embajada londinense de Ecuador, que el año pasado le retiró el estatus de asilado político.
En mayo de 2019, el enviado especial de la ONU sobre tortura, Nils Melzer, dijo tras visitarle que Assange mostraba síntomas típicos de estar “sometido a una prolongada tortura psicológica”.
Las autoridades estadounidenses lo acusan de haber puesto en peligro a alunas de sus fuentes cuando publicó, en 2010, 250.000 cables diplomáticos y unos 500.000 documentos clasificados sobre las actividades del ejército estadounidense en Iraq y Afganistán.