BEIRUT.- Más de 6.750 personas huyeron de la región asediada, otrora totalmente dominada por rebeldes. Los milicianos de Duma, el feudo más grande, que alberga a alrededor de 140.000 sirios, todavía se reúsan a rendirse.
Un convoy de 100 autobuses partió el martes por la mañana desde el corredor Irbin hacia la provincia rebelde de Idlib en el norte, informó la agencia de noticias estatal Sana. En evacuaciones previas, unas 6.000 personas ya habían abandonado las ciudades de Harasta, controlada por el grupo Ahrar al-Sham, e Irbin, Zamalka, Jobar y el distrito de Ain Tarma, controladas por Faylaq ar-Rahman.
Un tercer grupo rebelde en Duma, la ciudad más grande del enclave, hogar de unas 140.000 personas, se ha negado a rendirse y todavía está en negociaciones. Según los activistas, un acuerdo entre el grupo Jaish al-Islam y los rusos probablemente será anunciado al final de la semana.
Durante más de un mes, las fuerzas del gobierno sirio, respaldadas por aviones de combate rusos, intensificaron el asedio a la ciudad con fuertes ataques terrestres y aéreos que mataron a unas 1.500 personas e hirieron a más de 5.000, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.