CIUDAD DE MÉXICO.- Autoridades mexicanas iniciaron esta semana conversaciones en Estados Unidos para lograr superar el diferendo sobre migración que provocó que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con imponer un arancel del 5% a todos los productos mexicanos a partir del 10 de junio, el que aumentarían gradualmente hasta el 25% a partir del 1 de octubre, en caso de que México no detenga el flujo de migrantes indocumentados.
“Estamos por el libre comercio y pensamos que puede llegar a un acuerdo”, aseguró el jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mientras que su canciller Marcelo Ebrard, advirtió desde Washington sobre el “efecto contraproducente” de las medidas para ambas naciones.
Trump, en una visita de Estado al Reino Unido, aumentó la tensión con un tuit, fiel a su estilo: “Como señal de buena fe, México debe detener de inmediato el flujo de personas y drogas a través de su país y hacia nuestra frontera sur. ¡Pueden hacerlo si quieren!”.
Las conversaciones con México “tienen potencial de ser extremadamente fructíferas”, dijo a periodistas Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, pero subrayó que el mandatario “no está fanfarroneando en un cien por ciento” con su amenaza de aranceles.
Frente a los preocupantes anuncios de Trump, los congresistas republicanos estudian unirse sus colegas demócratas para bloquear en el Legislativo los inminentes aranceles impuestos por el presidente estadounidense a México, según señala el Washington Post.
El diario capitalino señaló que los congresistas aprobarían una resolución contra la emergencia nacional decretada por Trump en la frontera sur en febrero pasado, a la que el presidente invocó la emanada asada para imponer los gravámenes a México.
A los congresistas les preocupa, por un lado que los aranceles perjudiquen a los consumidores y empresas norteamericanas, pero también que pongan en peligro la ratificación del acuerdo de libre comercio con México y Canadá (T-MEC).