CIUDAD DE MÉXICO.—Un dramático incidente ha sacudido la serenidad de la sierra de Heliodoro Castillo, en el estado de Guerrero, al sur de México, dejando en su estela una trágica pérdida de vida y amenazando con interrumpir el inicio del ciclo escolar debido a la inseguridad que enfrentan las comunidades frente a la presunta expansión del grupo delictivo «La Familia Michoacán» hacia la región. Estos hechos tomaron relevancia durante el domingo (27.08.2023), cuando se hizo público.
Los estados de Michoacán y Guerrero comparten frontera en el sur de México, lo que habría permitido que el mencionado grupo delictivo extendiera su influencia a más de 10 municipios de Tierra Caliente y el norte de Guerrero. Testimonios de personas en la comunidad de El Caracol, que lograron contactar al Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, detallan cómo drones lanzaron bombas de fabricación casera sobre ellos. El ataque comenzó el sábado al mediodía y continuó hasta las 20:00 hora local, reanudándose durante la mañana del domingo.
Filiberto Velázquez Florencio, sacerdote y director del Centro, explicó en una conferencia de prensa el domingo que «los habitantes se refugiaron en los escasos cuartos construidos de material (concreto)», ya que los explosivos dañaban sus frágiles viviendas con techos de lámina. Hizo hincapié en que, en mayo de 2023, se registró el primer ataque en esa zona, llevando a 600 personas a desplazarse a Tlacotepec, aunque luego regresaron a sus hogares debido a su arraigo a la tierra. Además, mencionó un ataque ocurrido el 14 de agosto que causó daños y, este fin de semana, resultó en la trágica muerte de un visitante.
De acuerdo con el sacerdote, al menos 10 comunidades en la ribera del río Balsas son víctimas de la violencia, en las inmediaciones de los municipios de Cocula, Teloloapan y Apaxtla de Castrejón, en la región norte de Guerrero.
Mientras tanto, en el estado de Michoacán, en el oeste del país, el domingo fue un día tenso marcado por varios ataques a comercios y vehículos perpetrados por supuestos sicarios al servicio de grupos del narcotráfico. La policía local reportó la detención de seis hombres en posesión de bidones de gasolina, presuntos responsables de los ataques. La Guardia Civil (Policía Estatal) confirmó que la ola de violencia comenzó alrededor de las 06:30 horas en Apatzingán, donde hombres armados atacaron dos sucursales de la cadena de tiendas OXXO con bombas caseras (cócteles molotov).
Además, grupos de hombres armados incendiaron un tractocamión, dos camionetas de carga y un autobús de pasajeros, bloqueando dos carreteras que conectan Apatzingán con Buenavista Tomatlán, un bastión de la organización criminal autodenominada como «Cárteles Unidos». Dos horas después y a 100 kilómetros de distancia, hombres encapuchados incendiaron otra tienda OXXO en Uruapan, cerca del penal «Eduardo Ruiz». También incendiaron una camioneta de una empresa de frituras y una farmacia en el corazón de la zona centro de Uruapan.