BOGOTÁ.- Más de cinco mil indigenas del suroeste de Colombia comenzaron este jueves una movilización a pie y en autobuses hacia la capital de ese país, para protestar contra la política económica y social del Ejecutivo y exigir un encuentro con el presidente Iván Duque que permita acordar acciones para afrontar la violencia que recrudece a diario en la nación sudamericana.
Las promesas para los indígenas del Cauca, azotados por grupos armados ilegales, el narcotráfico y otras actividades criminales, llevan décadas en la lista de espera por las promesas incumplidas o cumplidas a medidas por los gobiernos de turno.
El Cauca vive una espiral de violencia cuyo principal combustible son las disputas territoriales entre grupos armados por el control del narcotráfico.
Asimismo, durante los últimos años los pueblos indígenas de la convulsa nación han utilizado la minga como un mecanismo para ser escuchados y encontrar en el Ejecutivo de turno un espacio para hacer sus peticiones o manifestar su descontento con la realidad en sus territorios.
“Le queremos decir a todo el mundo que en Colombia tenemos presidente, pero que es un presidente que no atiende a su pueblo y que por lo tanto las organizaciones sociales, la Minga del Suroccidente seguiremos luchando por la vida, el territorio y la paz”, dijo Ferley Quinteto, consejero mayor del pueblo Yanacona, citado por la agencia Reuters.
El dirigente aseguró que la movilización pacífica es por la defensa de la vida, el territorio, la democracia y la oaz, así como en rechazo a los asesinatos de líderes sociales, las recientes masacres y para presionar por políticas que garanticen el bienestar de los colombianos y los pueblos indígenas.
“Matan a la gente y no pasa nada. (Queremos) dejarle un precedente al país nos están acompañando afrodescendientes, nuestros hermanos campesinos, mestizos, estudiantes, ancianos, todos nos están acompañando porque nos cansamos esta matanza”, agregó un líder indígena.
El Gobierno todavía no aceptó un encuentro directo con el presidente en un lugar abierto, la solicitud es rechazada con los argumentos de la bioseguridad y de que la concentración de miles de personas es de alto riesgo por la pandemia del coronavirus.