BOGOTÁ- Una docena de oficiales, incluido un general, fueron dados de baja del ejército colombiano por un escándalo de espionaje ilegal a unos 130 ciudadanos, desatado en enero y revitalizo este viernes con una publicación periodística sobre nuevas irregularidades.
“Hoy se apartan del cargo y se retirarán del servicio activo once oficiales, asimismo, un brigadier genera solicitó su retiro voluntario de servicio activo”, indicó Carlos Holmes Trujillo, ministro de Defensa, al dar a conocer un comunicado de su ministerio.
De acuerdo con el texto, la decisión se tomó “a raíz de las denuncias que se conocieron hace unos meses sobre el presunto empleo irregular de las capacidades de inteligencia militar”, y que emitió señal que tales denuncias están relacionadas con interceptaciones ilegales a los teléfonos y redes sociales de periodistas, así como de activistas de los derechos humanos de ese convulsionado país.
Trujillo destacó que el Ministerio de Defensa apartó a los once oficiales de su cargo “siguiendo la política institucional de cero tolerancia con la ejecución de conductas al margen de la ley”, y reiteró que el Comando General de las Fuerzas Militares tiene abierta una investigación sobre el hecho.
De igual modo, el comunicado dado a conocer por el ministro sostiene que a raíz de lo ocurrido delegó a la Inspección General de las Fuerzas Militares para adelantar una verificación de protocolos y procesos que debe cumplir la inteligencia.
En ese sentido, Trujillo explicó que el Ejército ahora fortaleció la herramienta Sistema de Control Estratégico Institucional (Sicei) para “conocer comportamientos no ajustados a los principios y valores institucional y así prevenir, combatir y sancionar de manera más expedita las situaciones que se presenten”.
No obstante, las acciones tomadas recaen sobre las Fuerzas Armadas, por ahora. El ministro de Defensa de Colombia no mencionó a quién o a quiénes le entregaban la información recopilada ilegalmente, es decir el fin de de cometer este grave acto delictivo por parte del órgano castrense.
Los nombres y los rangos de los oficiales retirados de sus cargos no fueron revelados, como tampoco el del brigadier general que se retiró voluntariamente.