TEHERÁN.- Los presidentes de Irán, Rusia y Turquía se reúnen en Teherán para hablar sobre cómo dar forma al futuro de Siria, desgarrado por años de guerra civil, antes de una posible ofensiva gubernamental para retomar el último bastión rebelde de Idlib.
En la cumbre del viernes se espera que Vladimir Putin, Hassan Rouhani y Recep Tayyip Erdogan, mandatarios de Rusia, Irán y Turquía, respectivamente, firmen un acuerdo sobre la cooperación militar en curso en Siria, el derecho al retorno de los refugiados desplazados por el conflicto y la creación de un comité para investigar el destino de las personas arrestadas por el gobierno o que desaparecieron durante el conflicto, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán.
Mientras corre su octavo año, la guerra civil en Siria ha dejado más de medio millón de muertos y 11 millones de desplazados internos o refugiados. El presidente sirio Bashar al-Assad tiene la ventaja militar, aunque ahora preside un país donde las grandes áreas se parecen más a campos de escombros que a ciudades o pueblos.
El lunes, pocos días antes de la cumbre trilateral en Teherán, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, realizó una visita sorpresa a Damasco, donde miró hacia adelante para la reconstrucción. «La reconstrucción de Siria e Irak es una buena oportunidad para la presencia de empresas iraníes», dijo Zarif. «Si Dios quiere, vamos a tener conversaciones con los tres miembros del proceso de Astaná el viernes para evitar cualquier daño al pueblo sirio y allanar el camino para el proceso de purgar a los extremistas».
Pero a pesar de que los líderes mundiales están hablando sobre el regreso de los refugiados y la reconstrucción, las vidas de los sirios todavía están en riesgo. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, hizo un llamamiento a los líderes iraníes para evitar más derramamiento de sangre en el conflicto sirio. «Está claro que los riesgos de una confrontación militar que cause pérdidas masivas de vidas son muy altos y le dije a Zarif que mi llamado es para que minimicen la pérdida de vidas», dijo Grandi. Agregó que los líderes mundiales no están haciendo lo suficiente para detener los conflictos que resultan en grandes crisis de refugiados y que las circunstancias para los civiles desplazados por la guerra están empeorando cada año.