MADRID.- El expolicía Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, murió por COVID-19 en un hospital de Madrid, según confirman fuentes policiales en la mañana de este jueves.
González fue acusado de crímenes de lesa humanidad por torturas durante los últimos años de la dictadura franquista e investigado por ellos en los últimos meses, ante el pedido de una juez que decidió por primera vez admitir las denuncias en su contra.
Una veintena de personas habían presentado querellas contra el inspector de la Brigada Político Social por las torturas en julio de 2019. González falleció sin sentarse en el banquillo de los acusados y sin llegar ser investigado judicialmente por sus presuntos delitos.
Fue la jueza argentina María Servini, que desde Buenos Aires, emitió una orden internacional de busca y captura por delitos de lesa humanidad, que no prescriben, contra González. En España no fue detenido pese a la circular de Interpol.
Sin embargo, fue llamado a declarar y la Audiencia Nacional declaró prescrita la causa desde hacía más de 30 años.
La Sección Segunda de la Sala Penal dictaminó que no se trata de un delito de lesa humanidad “por más que los hechos descritos constituyan delitos de tortura a detenidos por un grupo determinado, aislado y concreto de funcionarios policial, al no constar que las mismas fueran parte de un ataque sistemático y organizado a un grupo de población”.
El Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió a retirarle las medallas con las que había sido condecorado durante toda su carrera, algunas de ellas con pensiones vitalicias, pero tampoco eso se llevó a cabo al haber sido concedidas de acuerdo con una ley Orgánica de 1964 y las dificultades legales de actuar en forma retroactiva.
Su nombre, el de Billy el Niño, retomó actualidad hace poco al vincularse al llamado caso Villarejo por una empresa de seguridad que llevaba ese alias.