NUEVO MÉXICO.- Una niña guatemalteca de siete años que entró a Estados Unidos de manera ilegal junto con su padre la semana pasada murió horas después de ser detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, confirmaron las autoridades migratorias federales.
La menor viajaba con su padre en un grupo de 163 migrantes que cruzaron el desierto de Nuevo México y se entregaron a las autoridades de Estados Unidos. Todos fueron llevados a un centro de detención de Lordsburg la noche del jueves 6 de diciembre.
Tras la detención, la niña presentó convulsiones y fue trasladada con fiebre de 41 grados en helicóptero a un hospital en El Paso, Texas, donde llegó con paro cardíaco.
El comunicado de la entidad migratoria señaló al diario The Washington Post que la menor llevaba “varios días sin comer o consumir agua” en el momento de la detención.
Sin embargo, la muerte de la menor genera dudas sobre si los agentes fronterizos sabían que estaba enferma o si se le alimentó o dio de beber durante las más de ocho horas que estuvo en el centro de detención.
The Washington Post reportó que el organismo de seguridad tardó una semana en comunicar lo sucedido, y su vocero aseveró que los agentes “tomaron todas las medidas posibles para salvar la vida de la niña”, sin conseguirlo.
La cifra de arrestos denigrantes indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos marcó en noviembre un nuevo récord desde que el presidente, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca hace casi dos años con 51.856, en su gran mayoría centroamericanos.