WASHINGTON.—En la primera reunión de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) sobre «objetos espaciales no identificados» (conocidos como UAP), el grupo científico pidió una investigación seria sobre el origen de los misteriosos avistamientos.
En 2022, la agencia espacial anunció que está estudiando fenómenos en el espacio que no pueden reconocerse como fenómenos normales o naturales en el espacio. Esta historia ha atraído al público durante mucho tiempo, aunque ha sido rechazada por la ciencia jurídica.
Un grupo científico independiente de 16 expertos presentará sus hallazgos en un informe a fines de julio de 2023. La reunión del miércoles fue para realizar sus presentaciones finales.
«Los datos actuales y los informes de testigos por sí solos no son suficientes para proporcionar pruebas concluyentes«, dijo el astrofísico David Spergel, presidente del estudio, en declaraciones transmitidas en vivo.
«Una de las lecciones que hemos aprendido es la necesidad de obtener más datos de alta calidad, datos medidos con instrumentos bien calibrados, observaciones múltiples y la conservación de datos de alta calidad», agregó.
Durante 27 años se han registrado más de 800 eventos, de los cuales entre el 2% y el 5% se consideran posiblemente anómalos, según explicó la periodista científica Nadia Drake, quien participa en el estudio. Estos eventos se definen como «cualquier cosa que no sea fácilmente comprensible para el operador o el sensor» o «algo que esté mostrando un comportamiento inusual».
Un ejemplo de un fenómeno aún inexplicado fue el avistamiento de un objeto volador metálico por parte de un dron MQ-9 en una ubicación no revelada en Oriente Próximo, según afirmó Sean Kirkpatrick, director de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios del Pentágono, mientras reproducía un video mostrado por primera vez al Congreso.
«Este es un ejemplo típico de lo que vemos en la mayoría de los casos. Los vemos en todo el mundo, y estos objetos realizan maniobras aparentemente muy interesantes«, sostuvo.
Aunque las sondas y exploradores de la NASA rastrean el sistema solar en busca de fósiles de microbios antiguos, y sus equipos de astronomía buscan señales de civilizaciones inteligentes en planetas distantes, esta es la primera vez que la NASA investiga fenómenos aéreos inexplicados en la Tierra. En el pasado, la postura de la agencia era «desacreditar» dichos avistamientos, lo que reforzaba el estigma asociado a la búsqueda de vida extraterrestre.