SAN SALVADOR.- El presidente del El Salvador, Nayib Bukele, cuestionó una investigación periodística que documenta presuntas negociaciones de su Gobierno con pandillas locales para reducir homicidios y lograr beneficios electorales.
“Dónde hay una tan sola prueba de algún privilegio? ¿Por qué en los penales hay orden, limpieza, cero comunicación con el exterior, requisas, y múltiples castigos? ¿Dónde están las prostitutas, fiestas, drogas, Playstations, internet, celulares, que habían antes?”, respondió Bukele en su cuenta de Twitter.
Pueden decir que alguien está gordo o que está flaco…
Lo que no se puede es decirle que está gordo y flaco a la vez, porque sería estúpido.
Nos acusan de violar derechos humanos de los terroristas.
¿Ahora dicen que les damos privilegios?
Muéstrenme un privilegio. Uno solo. https://t.co/gFA8u8rp1l pic.twitter.com/YHO3uLXBbk
— 🇸🇻 (@nayibbukele) September 4, 2020
El señalamiento contra el mandatario es muy delicado en la nación centroamericana, donde las pandillas han aterrorizado a las personas con extorsiones y asesinatos desde hace muchos años, inclusive expandiendo sus tentáculos hasta Estados Unidos y otros países de la región.
#ELSALVADOR | Documentos oficiales registran negociaciones del actual Gobierno con líderes encarcelados de la MS-13 desde junio de 2019. A lo largo de los meses se pactó la reducción de homicidios y se discutió el apoyo electoral para Nuevas Ideas en 2021.https://t.co/aASIoEVEPe
— elfaro.net (@_ElFaro_) September 4, 2020
Varios exfuncionarios de gobiernos anteriores están rindiendo cuentas a la justicia por presuntamente participar en tratos similares con estas organizaciones criminales.
El Faro, medio local, reportó este viernes que había obtenido un lote de documentos gubernamentales, incluidos registros e informes de inteligencia penitenciarios, que muestran que varios funcionarios del gobierno mantuvieron negociaciones con miembros de la pandilla MS-13 desde mediados de 2019.
Bukele recordó que la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó en mayo pasado su preocupación por la dureza de las cárceles en El Salvador.
Además, acusó la investigación de El Faro como “la contradicción más grande en la historia del panfleratismo salvadoreño”, la cual consideró “inaceptable para cualquier persona con dos dedos de frente”, dada la supuesta ausencia de pruebas de tregua.