WELLINGTON.— Manifestantes antivacunas lanzaron este martes una “sustancia ardorosa” a las policías, tres de los cuales fueron hospitalizados, ante el aumento de la tensión iniciada semanas atrás.
Jacinda Arden, la primera ministra, calificó como “absolutamente vergonzoso” el ataque aparentemente con ácido, así como otro hecho en el cual un manifestante lanzó su vehículo hacia la línea policial y se detuvo a centímetros de golpear a los oficiales.
Los incidentes se registraron a la mañana del martes cerca del parlamento de Nueva Zelanda, cuando la policía instaló bloques de cemento para contener un campamento de protesta que congestionó el centro de Wellington durante dos semanas.
El movimiento comenzó como una protesta contra la obligatoriedad de las vacunas, inspirado en el movimiento que se originó en las últimas semanas en Canadá.
No obstante, aumentó a 1.500 personas e incorporó otros reclamos, incluidos mensajes de extrema derecha contra el gobierno y la prensa.
El comandante de la policía Richard Chambers dijo que los tres oficiales hospitalizados “se recuperan bien”.