OSLO.— Uno de los mayores productores de gas y petróleo a nivel mundial destinará una millonaria suma para ayudar al gobierno ucraniano a abastecerse de energía para el invierno que ya está cerca.
Un total de 2.000 millones de coronas (unos 205 millones de dólares) será la cantidad que gastará el Gobierno noruego en su ayuda energética a Kiev, que desde el 24 de febrero pasado mantiene tensiones con Rusia, informó el primer ministro del país escandinavo, Jonas Gahr Støre.
Ese presupuesto le permitirá a Ucrania abastecerse de gas para los próximos meses y, con ello, sortear el alza de precios de los combustibles, un fenómeno que es consecuencia directa del conflicto en Europa del Este.
«Proponemos destinar 2.000 millones de coronas para que los ucranianos puedan comprar gas este otoño e invierno», apuntó Gahr Støre, quien aseguró que Noruega es capaz de asumir el papel de líder en la industria europea energética.
Esa cantidad solo contempla la llamada «ayuda energética«, porque en realidad el apoyo noruego es mucho mayor, de 10.000 coronas (unos 1.025 millones de dólares), de acuerdo con la Administración de Gahr Støre.
Noruega es uno de los países que más ayuda ha ofrecido al Gobierno de Volodímir Zelenski. El 1 de julio, el mandatario ucraniano recibió en Kiev al primer ministro noruego. «Zelenski dijo que está agradecido por el apoyo financiero y calificó a Noruega como un verdadero amigo», comentó Gahr Støre a la prensa de su país tras la reunión.
Detrás del respaldo a Ucrania también se desarrolla un negocio importante, ya que Noruega es uno de los mayores productores de gas y petróleo del mundo. Desde junio pasado, las autoridades noruegas estimaron que sus exportaciones de gas a Europa Occidental se incrementarían en 8% hasta los 122.000 millones de metros cúbicos, una cifra no vista desde 2017.
De hecho, el ministro de Energía del país nórdico, Terje Aasland, declaró recientemente a la agencia Reuters que esperan que su industria energética tenga una producción y un crecimiento sostenido hasta 2030, en momentos en que la Unión Europea (UE) hace todo lo posible para dejar de depender del gas ruso.