ROMA.- Un día después de haber sido confirmado en su cargo por la coalición de izquierdas y socialistas, el primer ministro, Giuseppe Conte, llegó a Bruselas. Allí, habló con la nueva presidente de la Comisión, Ursula von Der Leyen, sobre la política de migración Italiana.
Conte mencionó varias veces una revisión de la política de migración, que a su juicio debe ser «responsable, precisa y estructurada”. La intención es intensificar la lucha contra la migración ilegal y los contrabandistas, pero los solicitantes de asilo que tienen derecho a quedarse deberían estar más integrados, señaló el premier.
A diferencia del ex ministro del Interior de extrema derecha, Matteo Salvini, la nueva secretaria del Interior, Luciana Lamorgese, interpretará las leyes de seguridad de manera menos estricta, de acuerdo con la prensa local.
No es claro si la intención de Lamorgese es volver a abrir los puertos a los barcos de rescate pertenecientes a organizaciones privadas. Salvini, líder de La Liga, había cerrado los puertos.
En ese línea, el líder de los socialdemócratas, Nicola Zingaretti, tiene una recomendación bastante sencilla: “Se les debe dejar entrar sin condiciones”.
En Bruselas, Conte insistió que los inmigrantes y refugiados se distribuyeran inmediatamente a otros Estados de la UE de acuerdo con una clave vinculante.
“El tema de la migración no puede tratarse sin la suficiente solidaridad de los Estados de la UE. Esta solidaridad se establece por escrito en muchos documentos, se ha anunciado, pero aún no se ha puesto en práctica”. Asimismo, Conte rechaza las decisiones ad hoc sobre cada nuevo buque de salvamento con destino a Italia.