BUENOS AIRES.— Octubre cerró con una euforia pocas veces vista en los mercados argentinos. El riesgo país se hundió un 39,7%, hasta los 652 puntos básicos, su nivel más bajo desde mayo, mientras el S&P Merval trepó un 21,8%, firmando su mejor desempeño mensual en más de treinta años.
El impulso se explica por la victoria legislativa de Javier Milei, que consolidó el poder del oficialismo en 15 de los 24 distritos y abrió paso a un nuevo escenario político. Con casi nueve puntos de ventaja sobre la coalición peronista Fuerza Patria, La Libertad Avanza logró una mayoría que el mercado interpreta como clave para avanzar en las reformas económica y tributaria.
El entusiasmo se reflejó en todos los frentes. Los bonos soberanos en dólares saltaron entre 14% y 24%, mientras las acciones argentinas que cotizan en Wall Street escalaron hasta 50%. El dólar oficial, en tanto, se depreció un 3,6%, arrastrando a la baja a los tipos de cambio paralelos y confirmando una mayor calma cambiaria.
Los analistas coinciden en que octubre marcó un punto de inflexión: tras meses de cobertura e incertidumbre electoral, los inversores respondieron al resultado con una apuesta clara por los activos locales, impulsados además por el respaldo financiero de Estados Unidos y un clima de mayor previsibilidad económica.
El oficialismo pasará de 37 a 101 diputados y de 6 a 20 senadores, una recomposición parlamentaria que entrará en vigor el 10 de diciembre. Ese equilibrio legislativo le otorga al presidente Milei mayor capacidad para acelerar su agenda económica y para afianzar la gobernabilidad en la segunda mitad del mandato.
Pese al excelente mes de octubre, los desafíos de fondo siguen intactos. La inflación anual supera el 150%, las reservas internacionales siguen ajustadas y las tensiones fiscales podrían volver a escena si no se consolida la disciplina presupuestaria.
Sin embargo, los operadores destacan que el mercado empieza a descontar un cambio de ciclo: la expectativa de reformas, un contexto externo más favorable y la recomposición política local han devuelto a los activos argentinos al radar de los grandes fondos internacionales.
Octubre dejó un mensaje contundente. Los mercados apostaron fuerte por Argentina y premiaron la perspectiva de estabilidad. El reto, de ahora en adelante, será convertir la euforia financiera en crecimiento sostenible.
