JERUSALÉN.- Un informe de Naciones Unidas afirmó este lunes que al menos 15 empresas de siete países, incluido Israel, vendieron equipos militares a las Fuerzas Armadas de Birmania desde 2016.
Fue durante ese año que el Ejército birmano lanzó una brutal campaña contra los rebeldes que llevó a la reubicación de más de 700.000 rohingya en el vecino Bangladesh. Los investigadores internacionales lo denominaron como “genocidio étnico”.
La acusación hace parte de un señalamiento sobre cómo el Ejército de Birmania, obtuvo el control del vasto imperio económico de ese país. Incluyendo más de 140 empresas que operan en los sectores del turismo, la banca, minería, construcción, gas, industria farmacéutica, bebidas y otras industrias.
El Ejército conocido como Tatmadaw, se beneficia de estas operaciones económicas que le permite financiarse sin recurrir a fondos públicos y, como advierte la ONU, le otorga impunidad en abusos y crímenes de guerra. Por supuesto, sin la supervisión de líderes políticos.
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Esto no significa que las empresas mencionadas en el informe hayan cometido algún delito. Sin embargo, afirma que sus vínculos con Tatmadaw crean “un alto riesgo de contribuir o estar asociado a violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Israel no es el único infractor, también aparecen, China, Corea del Norte, India, Rusia y Ucrania. Países que han hecho grandes negocios de armas, mientras que las ventas de las autoridades israelíes se limitaron a dos barcos militares.