NUEVA YORK.- Funcionarios de Naciones Unidas alegaron que las fuerzas de Siria y Rusia podrían estar apuntando deliberadamente a hospitales y escuelas en el noroeste de Siria, como una táctica dirigida a «aterrorizar» a los civiles.
Tanto Siria como Rusia negaron el martes las acusaciones respecto a estar atacando civiles en Idlib, el último bastión bajo control opositor en el país en guerra.
El jefe de ayuda de la ONU, Mark Lowcock, dijo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la Organización Mundial de la Salud había confirmado 26 incidentes que afectaban a los centros de salud en la región de Idlib desde finales de abril.
Las instalaciones civiles a menudo brindan sus coordenadas exactas a los oficiales militares involucrados en zonas de conflicto para ayudarlos a protegerse de artillería involuntaria o ataques aéreos. Lowcock dijo que actualmente algunos hospitales en el noroeste de Siria no comparten sus ubicaciones con las partes en conflicto porque hacerlo «les pinta un objetivo en la espalda».
«Golpear una instalación cuyas coordenadas se compartieron como parte del sistema de no conflicto de la ONU es simplemente intolerable», afirmó Lowcock. «Varios socios han llegado a la conclusión de que los bombardeos hospitalarios son una táctica deliberada dirigida a aterrorizar a las personas».
Argumentó que las Naciones Unidas estaban reconsiderando su sistema de no conflicto y que informaría al Consejo de Seguridad de la ONU la próxima semana de sus conclusiones.
Lowcock reportó al Consejo de Seguridad que desde que las tropas sirias comenzaron a ingresar a Idlib el 30 de abril, unas 330.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares y más de 230 civiles murieron.
