NACIONES UNIDAS.— La portavoz de la ONU para Derechos Humanos Marta Hurtado expresó en rueda de prensa “la gran preocupación” de ese organismo por la situación de los migrantes en Libia.
Hurtado puso de ejemplo la reciente redada a un asentamiento de migrantes en Gergaresh; a unos 12 kilómetros de Trípoli, la capital, en el que 5.000 hombres, mujeres y niños fueron detenidos y se hizo uso de la fuerza de un modo desproporcionado, lo que causó al menos un muerto y cinco heridos.
“Todos los detenidos han sido llevados al centro gubernamental de detención de Al Mabani, en Trípoli; hacinados en celdas sin acceso a comida o agua”, destacó la portavoz, quien agregó que los colectivos “sufren a diario un sinnúmero de violaciones y abusos tanto por parte del Estado como de actores no estatales”.
En otro incidente que Hurtado utilizó como ejemplo, unos 500 migrantes lograron escapar de otro centro de detención, el de Gheriyán, el pasado 6 de octubre, y los guardias usaron munición real para intentar detenerlos, causando al menos cuatro muertos y un número sin confirmar al sol de hoy de heridos.
Hurtado recordó que el reciente informe de la Misión Investigadora de la ONU en Libia presentado ante el Consejo de Derechos Humanos ya denunció extendidas y sistemáticas violaciones de las libertades fundamentales a estos colectivos.