GINEBRA.— La ONU ha denunciado este martes un sistema de trabajo forzado profundamente institucionalizado en Corea del Norte, que en algunos casos podría constituir esclavitud y un crimen contra la humanidad.
En un informe contundente, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos describe cómo los norcoreanos son «controlados y explotados por un vasto sistema de trabajo forzado a múltiples niveles» bajo un régimen dictatorial.
El Alto Comisionado, Volker Türk, señaló que los testimonios en el informe ofrecen una visión angustiante de los sufrimientos infligidos por el trabajo forzado, debido a su magnitud y el nivel de violencia y trato inhumano.
Las personas son obligadas a trabajar en condiciones intolerables, sin salario, elección, posibilidad de irse, protección, atención médica, vacaciones, comida o techo. Muchas son golpeadas regularmente y las mujeres enfrentan riesgos constantes de violencia sexual.
El informe, basado en 183 entrevistas con víctimas y testigos entre 2015 y 2023, destaca un sistema con seis tipos diferentes de trabajo forzado, incluyendo trabajos en detención y durante la conscripción militar mínima de 10 años.
También se mencionan trabajos obligatorios asignados por el Estado y el uso de «Brigadas de choque» revolucionarias para realizar trabajos manuales penosos, especialmente en la construcción y agricultura.
Las preocupaciones más graves están en los lugares de detención, donde las víctimas del trabajo forzado trabajan bajo amenaza de violencia física y en condiciones infrahumanas. Después de sus estudios o servicio militar, cada norcoreano es asignado a un lugar de trabajo por el Estado, que también determina su lugar de residencia.