NACIONES UNIDAS.- Sin un masivo apoyo financiero, Yemen “caerá al vacío” con mucha más gente muriendo de hambre, sucumbiendo el COVID-19 o al cólera y viendo cómo pierden a sus hijos por falta de vacunas contra enfermedades letales, dijo Mark Lowcock, jefe de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas.
Lowcock dijo durante la reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad celebrada el miércoles, que el COVID-19 se está propagando rápidamente en Yemen y que alrededor del 25% de los casos confirmados en la nación han muerto, “cinco veces la medida mundial”.
“Con el colapso del sistema e salud, sabemos que muchos contagios y decesos no se contabilizan”, afirmó. “En algunas zonas, los precios de los entierros se han incrementado por siente con respecto a hace unos meses”.
Lowcock también aseguró que el COVID-19 “está sumando una capa más de miseria sobre muchas otras”, incluyendo “espantosos incidentes con múltiples víctimas y la economía del país que se encamina hacia una calamidad sin precedentes”.
Además, el funcionario de las Naciones Unidas alertó sobre la rápida depreciación de la moneda de Yemen, el rial y de un alza en los alimentos de entre el 10% y el 20% y que los mejores datos disponibles sostienen que las remesas han caído entre un 50 y un 70%.
En una conferencia de donantes virtual organizada por la ONU y Arabia Saudita el pasado 2 de junio, 31 donantes prometieron 1.350 millones de ayuda humanitaria, incluyendo acreedor de 700 millones en nuevos fondos, agregó Lowcock.
No obstante, “esto es solo alrededor de la mitad de lo que se prometió el año pasado”, aseguró, agregando que está “muy por debajo de la cantidad necesaria para mantener los programas humanitarios en marcha”.