LA HABANA.— La oposición cubana determinó mantener la convocatoria a la marcha cívica del 15 de noviembre, pese a que el Gobierno prohibió la movilización, acusando a sus organizadores de querer provocar un cambio de régimen con el apoyo de Estados Unidos.
“El 15 de noviembre nuestra decisión será marchar cívica y pacíficamente por nuestros derechos”, anunció el grupo Archipiélago, convocante de la manifestación.
“La respuesta del régimen demuestra una vez más que no existe en Cuba el Estado de Derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia Constitución y que violan los Derechos Humanos cubanos”, expresó en su plataforma el movimiento de debate político.
La Marcha Cívica por el Cambio se había adelantado del 20 de noviembre al 15 de ese mes tras un primer impedimento de La Habana”, que alegó que ese mismo día debería realizar “ejercicios de preparación de defensa.
Archipiélago adelantó en una carta de respuesta al régimen que “no se reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha y dijeron que los promotores del evento tienen “vínculos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense”.
Además, consignaron que el ejercicio de los derechos, como el de la libre expresión, está limitado al derecho de los demás, “la seguridad colectiva y el bienestar general”.