LA PAZ.- Una semana después de que el cónsul designado por Evo Morales en Orán, Fernando Vega Ibarra, fuera detenido al ser sorprendido con ocho kilogramos de cocaína en el baúl de su auto durante un control de carreteras en la Provincia de Salta, territorio argentino, el expresidente que huyó primero a México y que a partir de la asunción del gobierno kirchnerista en la Argentina se trasladó hacia Buenos Aires, donde su amigo Alberto Fernández le otorgó la calidad de refugiado y protección.
Sin embargo, Morales ahora enfrenta otro golpe, la Fiscalía Especializada Anticorrupción y Legitimación de Ganancias Ilícitas, Delitos Aduaneros y Tributarios (Felcc) de La Paz emitió una orden de detención contra el expresidente por “la presunta comisión de delitos de sedición y terrorismo».
El caso está conectado a un video difundido en noviembre pasado por el Ejecutivo provisorio de Bolivia en el que se escucha una voz atribuida a Morales en la cual ordenaba bloqueos en varios ciudades de Bolivia, en el contexto de las violentas protestas que sucedieron en ese país sudamericano.
“Que no entre comida a las ciudades, vamos a bloquear, cerco de verdad”, se escucha decir a la supuesta voz atribuida a Morales, quien en ese momento se encontraba en México, la primer para en su exilio, antes de caer en la Argentina.
Al enterarse de su orden de detención, Morales rechazó que el nuevo gobierno pretenda criminalizarlo al emitir una orden de aprehensión en su contra.
La orden sería emitida siempre y cuando el exmandatario se encuentre en suelo boliviano o el consulado argentino coadyuve con las acciones legales, según explican analistas, algo que se prevé no suceda debido a la estrecha relación de Morales con el gobierno de turno.
De hecho, Alberto Fernández aseguró que “el gobierno no entregará por ningún motivo” al ex presidente de Bolivia, quien está en la capital argentina en condición de refugiado.
Asimismo, según revela el portal local Infobae un alto funcionario de la Casa Rosada comunicó que el Estado argentino protegerá la integridad física e impedirá que se lo entregue a las autoridades judiciales de Bolivia y a la presidente interina del vecino país, Jeanine Áñez.
“Vamos a proteger a Evo Morales porque corresponde hacerlo en su calidad de refugiado político y porque todo el pedido de detención es una farsa”, explicó otro funcionario del actual Gobierno.
Alberto Fernández y el canciller Felipe Solá no aceptarán que detengan a Morales en Argentina y pidieron aumentar la custodia personal del expresidente boliviano.
La orden de aprehensión tiene el propósito de conducir a Evo Morales a dependencia del Ministerio Público boliviano para brindar su declaración y poner a disposición su caso, en ese caso el juez determinará si el imputado se defiende en libertad o en detención preventiva.
En una conferencia de prensa desde Buenos Aires Morales aseguró que “no tengo miedo a la detención. ¿Cuántas veces he sido detenido y procesado?”, señaló Morales.