SAN PABLO.- Una intensa batalla judicial se libró este domingo en torno a la posible liberación del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien deberá permanecer en prisión por corrupción, según determinó un tribunal de apelaciones de Brasil después de órdenes y contraórdenes para su liberación.
El presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Brasil, Carlos Thompson Flores, determinó que Lula da Silva debe cumplir su condena de 12 años y un mes por corrupción, poniendo fin a la disputa entre dos jueces de dicha corte.
Fue este el Tribunal que en abril condenó al popular político a 12 de prisión, acusándolo de delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la causa Lava Jato. Lula asegura que es inocente.
En horas de la mañana del domingo el juez que se encontraba de turno en dicho Tribunal, Rogerio Favreto, concedió el pedido de “habeas corpus” a Lula y ordenó la liberación inmediata del ex jefe de Estado, quien está recluido en la sede de la Policía Nacional de Curitiba, Brasil.
Sin embargo, horas más tarde la orden de Favreto fue bloqueada por Joao Gebran Neto, otro juez del mismo tribunal que a su vez es instructor en el caso Lava Jato.
El pulso jurídico se tornó tenso cuando ante el bloqueo de Gebran Neto, el juez Favreto insistió en la libertad de Lula da Silva. La contienda entre ambos funcionarios causó gran confusión e incertidumbre entre la opinión pública.
Ante la incertidumbre la Policía Nacional no actuó debido a la contradicción entre ambos jueces. Para terminar la polémica, fue necesaria la intervención de Carlos Thompson Flores, presidente de este tribunal, quien consideró que la decisión es competencia del instructor del caso Lava Jato, es decir Gebran Neto y no del juez de turno, Favreto.