MANAGUA.- Una multitud fanática de Daniel Ortega arremetió contra el cardenal Leopolo Brenes y otros líderes católicos que lo acompañaban cuando intentaban entrar a la Basílica de San Sebastián. Un obispo auxiliar recibió una puñalada en el brazo.
La relación entre la Iglesia y el Gobierno sandinista se ha tornado mucho más tensa en los últimos días luego de que Ortega acusara a la Conferencia Episcopal de intentar dar un golpe de estado apoyando a “quienes el Gobierno persigue”.
La iglesia desempeño un papel muy importante en los inicios de la crisis como ente mediador entre el gobierno y los disconformes, quienes exigen la renuncia de Ortega en medio de protestas y disturbios que según organismos de derechos humanos ya superan los 400 muertos, la mayoría de ellos manifestantes.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, acusó al presidente Daniel Ortega de estar en guerra contra la iglesia católica durante una ceremonia en el Departamento de Estado sobre la libertad religiosa. Pence aseveró que la violencia en Nicaragua es financiada por el gobierno de Ortega, y además lo acusó de ser el responsable de todas las muertes ocurridas durante estos largos 100 días.
El vicepresidente norteamericano recordó que uno de los principales problemas del mundo y uno de los enemigos de Estados Unidos es no permitir “la libertad de culto”. Pence condenó las agresiones contra los obispos.