JERUSALÉN.-Los colegios electorales abrieron a las 7 am sin incidencias en los terceros comicios legislativos que celebra el país en menos de un año.
Tras el fracaso de los principales partidos políticos en su intento de formar un gobierno en las pasadas elecciones del 9 de abril y 17 de septiembre, seis millones de electores acuden de nuevo a las urnas con pocas esperanzas de que las cosas cambien. Al menos eso sostienen los principales sondeos, que ofrecen unos resultados similares a los anteriores.
Los israelíes tendrán quince horas para votar en un día que se considera festivo nacional y en el que parte del transporte público será gratuito para facilitar la llegada a los colegios electorales.
No obstante, algunas de las últimas encuestas otorgan una leve ventaja al Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu, sobre su principal rival, la coalición de centro-derecha Azul y Blanco, encabezada por Benny Gantz.
El primer ministro Netanyahu podría imponerse a pesar de estar acusado de fraude, cohecho y abuso de poder en tres casos de corrupción. Su juicio empieza el 17 de marzo, pero la ley no le impide seguir siendo primer ministro.
Netanyahu, el líder que más tiempo ha ocupado el cargo en ese país, lleva un año como primer ministro interino, ya que no se ha logrado formar un ejecutivo en las últimas dos elecciones, algo ya sin precedentes en la historia del país hebreo que ha provocado una parálisis política prolongada.
Sin embargo, las encuestas pronostican un empate a unos 34 escaños entre el Likud, de Netanyahu, y su rival Azul y Blanco, de Benny Gantz.
En estas elecciones se han instalado una quincena de tiendas de campaña especiales, fuera de las cuales los votantes serán atendidos por personal protegido y a las que se deben acudir sin usar el transporte público y depositar su voto usando un bolígrafo desechable, guantes y mascarillas.
Esta medidas es por que cientos de israelíes podrán votar mientras se encuentran en cuarentena por haber viajado a un país o estar cerca de un algún viajero que tenía el coronavirus y no se les permite hacerlo en sus colegios electorales correspondientes. En Israel hay una decena de contagiados.
En Israel, ninguno de los partidos principales puede gobernar en solitario y necesita pactar para llegar a una mayoría simple. El problema es que incluso negociando con los partidos ultraortodoxos y de ultraderecha ninguno llega a los 61 escaños necesarios.
