SALUD.- Las grasas trans en los alimentos procesados, presentes en insumos como la margarina y la manteca vegetal, contribuyen hoy por hoy a 160.000 muertes cada año en la región de las Américas por cuenta de enfermedades cardiovasculares. La principal causa de muerte en el hemisferio.
Este jueves los países americanos acordaron eliminar las grasas trans de la producción industrial de alimentos para el año 2025, en el marco de un nuevo plan para reducir las enfermedades cardiovasculares.
“La evidencia muestra que las dietas ricas en grasas trans aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca en un 21% y el riesgo de muerte en un 28%”, dijo la OPS en un comunicado.
Hay consenso en que son serias enemigas de la salud cardiovascular por su capacidad para aumentar el colesterol mal y promover muertes tempranas. Y por eso no son pocos los países que desde hace décadas luchan por erradicarlas de las dietas de sus connacionales.
El plan regional de la OPS propone tres opciones para eliminarlas: prohibir el uso de aceites parcialmente hidrogenados; limitar al 2% o no más e dos gramos por 100 gramos de grasa total en casos grados trans producidos industrialmente como proporción del contendido de grasa total en todos los productos alimenticios; o combinar estas medias.
La Declaración de Río de Janeiro de 2008, promovida por la OPS, expresó el compromiso de autoridades y representantes de la industria de eliminar las grasas trans de origen industrial, pero aún así al menos 27 de los 35 países de las Américas todavía las implementan.
Desde este acuerdo, estos países restringieron y eliminaron este nocivo componente: Argentina (2010), Chile (2009), Colombia (2012), Canada (2017), Ecuador (2013), Estados Unidos (2015), Perú (2016) y Uruguay (2017).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta total de grasa trans se limite a menos del 1% de la ingesta energética total, lo que se traduce en menos de 2,2 gramos por día en una dieta de 2.000 calorías.