MADRID.— Siete agresiones en un fin de semana, con dos de ellas mortales, sitúan en el foco a estos grupos, generalmente compuesto por jóvenes. El miedo a más enfrentamientos alerta a las autoridades.
Durante los últimos días, Madrid sufrió siete sucesos violentos. Dos de ellos, con resultados mortales: el sábado por la noche murió un joven de 15 años en el centro y otro de 25 en Usera, un barrio al sur de la capital.
Aparte, diferentes puntos de la ciudad se vieron afectados por reyertas que implicaron el uso de arma blanca: cinco personas más sufrieron apuñalamientos en la zona metropolitana o en una localidad de la comunidad. Los casos no están cerrados, pero todo apunta a problemas relacionados con bandas latinas.
Este balance letal, con apenas unas horas de diferencia, pues en jaque a las fuerzas de seguridad y a los gobiernos regionales. La Policía teme que la tensión crezca e incluso que se produzca una escalada de violencia por revanchas entre estos grupos, compuestos mayoritariamente por jóvenes.
En Madrid, son tres las brigadas dedicadas a controlar las bandas armadas, que suelen estar presentes en barrios periféricos de la ciudad. Las principales son los Trinitarios, Latin Kings o Ñetas y los Dominican Dont Play, originarios de países sudamericanos.
El Chuky, un enorme aporte a la tolerancia y la ciudadanía. Mañana vamos a contar cosas interesantes de lo que pasa y puede pasar. #Horizonte https://t.co/sebN1ziUVc
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) February 10, 2022
Según la jefatura Superior de la Policía Nacional en Madrid, el número de miembros de esas pandillas no aumentó en los íntimos meses, se mantiene en unos 400, según cálculos de las autoridades, pero sí las actuaciones, “mucho más llamativas”.
De las ocurridas durante el viernes, sábado y domingo, por ejemplo, les sorprende que sea en pleno centro, al lado de la estación de Atocha, y otra en el área residencia de Montecarmelo, al norte.