EL VATICANO.- El Papa Francisco volvió a hablar sobre la situación en Venezuela y se mostró preocupado por el futuro de este país y ofreció su ayuda para restaurar la paz y la democracia en la zona.
«Temo el derramamiento de sangre en Venezuela (…) El problema de la violencia a mi me aterra», lanzó durante un mensaje en el vuelo de regreso tras su visita a Panamá en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud. Además rezó por una solución que respete los Derechos Humanos y lleve bienestar a todos los habitantes de la tierra venezolana.
En una rueda de prensa previa al vuelo fue interrogado sobre la posición del Vaticano respecto a la autoproclamación de Guaidó, por lo que respondió que mantendrán su neutralidad ya que apoyar a una de las partes seria una imprudencia pastoral.
«Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que esta sufriendo. Si yo entrara a decir hagan caso a estos países, o a estos otros me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño», manifestó en concreto.
Tras esta declaración el Papa aclaró que no quiere que lo definan como «equilibrado», ya que su comportamiento es el de un pastor. Seguido ofreció su ayuda, siempre y cuando ambas partes la quieran y se pongan de acuerdo en pedirla.