LONDRES.- El Parlamento británico rechazó el acuerdo para el Brexit y ensanchó aún más la incertidumbre sobre el futuro del país. Se trata de una de las derrotas más graves del Gobierno británico dentro de la cámara en los últimos 95 años.
Toda la oposición laborista y parte de los diputados conservadores votaron en contra del acuerdo tal como habían adelantado y así tumbaron la propuesta que la primera ministra, Theresa May, logró en Bruselas.
Ahora, May tendrá tres días para presentar un nuevo acuerdo que convenza a los parlamentarios y así lograr el éxito del divorcio. De todas formas el plazo es pequeño y tiene pocas chances de lograr modificaciones significativas, por ende cualquier escenario es posible.
El fracaso tuvo su primera consecuencia inmediata: Jeremy Corbyn, líder laborista, presentó una moción de censura contra Theresa May por considerarla incompetente. La votación será mañana y, en caso de que la ministra no cuente con respaldo, se llamará a elecciones anticipadas en quince días.
El desenlace del Brexit podrá ser: que se apruebe el documento y la salida continúe su curso; que el Parlamento tome el control; que se produzca una salida sin acuerdo; que se convoque a una moción de censura y/o elecciones anticipadas y por último que el divorcio sea cancelado.
Cualquier camino es real en este camino. Sin embargo, la primera ministra cree que se puede lograr una salida prolija y favorable para ambas partes por lo que reclamó al Parlamento que confíe en el Ejecutivo.