TEL AVIV.- La Knéset espera ratificar este domingo la nueva Administración que acabará con 12 años de poder de Benjamín Netanyahu.
La votación procede después de que los ocho partidos que conforman el llamado “Gobierno del Cambio” acordaran el viernes los términos de la coalición y tras los fallidos intentos de Bibi Netanyahu por permanecer en el cargo.
Una nueva coalición se prepara para asumir el liderazgo en Israel. El grupo asoma frágil por su escasa mayoría en la Knéset (Parlamento) y diversidad de ideologías políticas en su interior, pero firmen en su decisión de frenar la continuidad de Netanyahu, el líder que con 12 años como premier es el de mayor tiempo en el cargo.
Netanyahu buscó frenar el nombramiento oficial de la coalición opositora intentando persuadir a diputados de derecha en partidos rivales atrayéndolos a su favor y evitar así la toma de posesión.
El premier judío barajó esas posibilidades debido a que la coalición opositora solo cuenta con 61 escalos de los 120 del Legislativo. Es decir que le bastaría con sumar solo uno de sus adversarios a su bando para desmoronar los acuerdos alcanzados para enterrar la era Bibi en Israel.
Incluso, en una maniobra de último momento, Netanyahu habría ofrecido su renuncia a su socio de la coalición gobernante Benny Gantz, para que entonces este último se convirtiera en primer ministro durante tres años, con Netanyahu como líder suplente y así impedir la formación de un nuevo Gobierno.
Se espera que el “Gobierno del cambio” se concentre principalmente en cuestiones económicas y sociales del país, en vez de arriesgarse a exponer las divisiones internas al abordar importantes problemas diplomáticos como por ejemplo el conflicto palestino-israelí.
