LIMA.— Perú registró este lunes la primera muerte de una persona infectada con viruela del mono, en momentos en que los casos superaron los 300 en el país, informó una autoridad sanitaria.
Se trata de «un paciente que llegó sumamente grave al hospital con viruela del mono y cuya salud se había debilitado tras abandonar su tratamiento contra el VIH», dijo el director del Hospital Nacional Dos de Mayo, Eduardo Farfán, tras confirmar el deceso a la radio RPP.
«No ha fallecido por viruela del mono, sino por una septicemia» provocada por tener débil su sistema inmunológico, agregó el director del hospital, ubicado en Lima. El paciente, un hombre de 45 años, había sido internado el miércoles «sumamente infectado» con viruela del mono y «los gérmenes que pululaban por la piel le comprimieron los pulmones», indicó.
«El problema es que se trataba de un paciente con otras morbilidades«, eso lo hizo más vulnerable y lo descompensó», precisó Farfán.
El desenlace fatal de este caso de viruela del mono se conoció cuando los contagios de esta enfermedad viral ascendieron a 305, según cifras divulgadas el domingo.
Este sería el quinto caso fatal que involucra al virus fuera de África, después de dos decesos registrados en España, uno en Brasil y uno en India. Sin embargo, no se ha establecido claramente si la causa en el resto de los decesos era la viruela.
La viruela del mono es considerada una enfermedad viral rara transmitida por el contacto próximo con una persona infectada y con lesiones en la piel.
El hospital nacional Dos de Mayo recibe entre ocho y nueve casos por día de personas con viruela del mono, y en general su tratamiento es ambulatorio, según su director.
Lima, la capital peruana con 10 millones de habitantes, concentra con 262 casos la mayor cantidad de contagios confirmados desde que hace un mes se detectó el primer caso el 27 de junio. Según el Ministerio de Salud los contagios se dan en nueve de las 25 regiones de Perú: Lima, Callao, Ica, La Libertad, Tacna, Loreto, Piura, Cusco y Junín.
La enfermedad se identificó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo, y actualmente es considerada endémica en una docena de países africanos.