SANTIAGO.— El peso chileno retrocedió el miércoles luego de que el Banco Central de Chile anunciara que incrementará sus reservas internacionales en aproximadamente 40%, sorprendiendo a los mercados tras haber señalado previamente que el nivel actual era adecuado.
La moneda cerró con una baja de 1% frente al dólar, liderando las pérdidas entre 23 divisas emergentes monitoreadas por Bloomberg, después de caer hasta 1.4% en la sesión.
Analistas interpretan la medida como una estrategia preventiva ante posibles riesgos globales y el fin, en agosto de 2026, de la línea de crédito de US$ 13.8 mil millones con el FMI. Actualmente, Chile cuenta con reservas equivalentes a siete meses de importaciones, menos que Brasil, Colombia y Perú, pero más que México. El banco podría estar aprovechando la debilidad del dólar para reforzar sus reservas sin presionar en exceso al tipo de cambio.
“Lo veo como una preparación para la tormenta”, señaló Christopher Mejia (T. Rowe Price), apuntando a preocupaciones por la fragmentación global y un mayor riesgo externo.
El plan prevé compras de hasta US$ 25 millones diarios para acumular US$ 18.5 mil millones en tres años, comenzando el 8 de agosto, con reservas actuales de US$ 46.4 mil millones. Según la autoridad monetaria, el programa no busca influir en el tipo de cambio.
Para BBVA, el anuncio será un “modesto lastre” para el mercado, señalando que las elecciones de este año podrían incluso dar soporte al peso. Sin embargo, UBS advirtió que el nivel de carry trade es bajo frente a programas anteriores y que el contexto electoral, junto con la volatilidad en el mercado del cobre y eventuales tensiones comerciales por las políticas arancelarias de Donald Trump, pueden añadir presión.
Este es el tercer programa en menos de cinco años para reforzar reservas:
- Junio 2023: plan por US$ 10 mil millones a razón de US$ 40 millones diarios, suspendido en octubre 2023 tras acumular US$ 3.7 mil millones.
- Enero 2021: plan por US$ 12 mil millones, también abandonado en octubre 2021 por volatilidad.
Según Goldman Sachs, el programa actual es más ambicioso, aunque con un calendario más extendido para reducir su impacto diario en el mercado.