BOGOTÁ.— El presidente colombiano, Gustavo Petro, avanza en su promesa de lograr una paz total en Colombia: su gobierno comenzará a negociar el lunes en Caracas con representantes de la disidencia de las FARC, conocida como Segunda Marquetalia.
Estos diálogos, liderados por el exnúmero dos de la guerrilla, alias Iván Márquez, representan el tercer intento de Petro para resolver el conflicto armado de seis décadas en Colombia mediante acuerdos de paz.
En 2022, Petro inició negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Caracas, Ciudad de México y La Habana, y estableció una mesa con el Estado Mayor Central (EMC), otra facción disidente del acuerdo de paz firmado en 2016 con las FARC.
Los detalles de la agenda en Caracas con la Segunda Marquetalia son escasos, más allá de un documento firmado el 5 de junio en la capital venezolana que se enfoca en «promover cambios y reformas democráticas para la paz, priorizando a las poblaciones y territorios y fortaleciendo la movilización social», según el gobierno.
El documento menciona la creación de comisiones negociadoras para lograr el «desescalamiento del conflicto» y la «construcción de territorios de paz», así como la atención a las víctimas.
Francisco Javier Daza, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES), aclara que esta negociación no busca un acceso político directo para Iván Márquez o la Segunda Marquetalia, sino un desescalamiento de la violencia en las áreas donde operan.
Previo a los diálogos, el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Helder Giraldo, mencionó acercamientos para lograr un cese al fuego bilateral. En enero de 2023, Petro anunció una tregua de seis meses por parte de las fuerzas del Estado.
El documento de Caracas está firmado por Iván Márquez, quien, bajo su nombre real Luciano Marín, fue el jefe negociador de las FARC en el acuerdo de paz de 2016, antes de desertar y reaparecer en 2019 anunciando una nueva revolución armada. En 2023, se especuló sobre su muerte en Venezuela tras un atentado, pero el gobierno de Petro confirmó que se estaba recuperando de las heridas en ese país. El pasado 11 de mayo, Márquez reapareció en un video manifestando su apoyo a Petro y acordando iniciar negociaciones.
La Segunda Marquetalia cuenta con unos 1.660 combatientes, según inteligencia militar, y es considerada una guerrilla débil en comparación con las disidencias del EMC, lideradas por alias Iván Mordisco, y el ELN. Petro ha mantenido conversaciones con el EMC desde octubre del año pasado, aunque el grupo se dividió en dos en abril. La mitad de los guerrilleros de Mordisco se apartaron, mientras que el otro 50% sigue en diálogo.
Este acercamiento ha sido criticado por algunos sectores, quienes acusan al gobierno de ser permisivo con los grupos armados o con los desertores del acuerdo de paz. El senador Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno de Juan Manuel Santos en el acuerdo de 2016, expresó su escepticismo: «¿Quién garantiza que (Márquez) no nos vuelva a incumplir, como lo hizo después de la firma del acuerdo? Ellos tuvieron su oportunidad. Yo creo que el camino que les queda es el del sometimiento».